ISSN 2773-7705
Periodo. Julio – Diciembre 2020
Vol. 3, Nro. 2, Publicado 2020-12-31
https://revistas.itsup.edu.ec/index.php/higia
En la Unidad de Cuidados Intensivos existe un
alto indice intrahospitalario de UPP por el solo
hecho de tratar con pacientes críticos, los cuales
se encuentran sedados, dependientes de
ventiladores mecánicos o con accesos vasculares
de riesgo y a las vez monitorizados con equipos
biomédicos propios del área, esto puede
ocacionar dificultad en el cumplimiento de los
cuidados de enfermeria.
La úlceras por decúbito (UPP) que son
ocacionadas por equipos biomédicos se
consideran como ulceras iatrogénicas, son
producidas por el contacto del equipo con la piel
del paciente, ocacionando daño de la epidermis
originada por el roce y presión al usar materiales
o dispositivos en el proceso de internacion
primario y/o de urgencia. Su uso puede resultar
inofensivo pero en un tiempo suele prolongado
causa lesiones de la piel y tejidos del paciente.
La Organización Mundial de Salud (OMS)
concidera que “la presencia de Úlceras Por
Presión (UPP) es uno de los indicadores más
importantes para determinar la calidad asistencial
de la red hospitalaria” (1). Las razones que
podrian explicar la incidencia elevada de UPP en
la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) residen
en las condiciones del paciente crítico asociadas
a factores intrinsecos y extrisecos.
Las UPP representan un grave problema
asistencial que puede empeorar la salud y la
calidad de vida del paciente. En la práctica de
enfermería es un gran reto la prevención y
recuperación de éstas, debido a las acciones
tomadas para los cuidados del paciente. Un
resultado favorable en la evolución de las úlceras
por decúbito indicaría una clara calidad
asistencial tanto a nivel intrahospitalario como
extrahospitalario por parte de enfermería (2).
Según la Confederación Multidisciplinar
Latinoamericana de Heridas Estomas e
Incontinencias (COMLHEI) “Las UPP o
Lesiones Por Presión (LPP), son la tercera
condición de salud más costosa a escala global,
después de la enfermedad cardiovascular y el
cáncer” (3). A la vez estima que “el 14% de los
pacientes hospitalizados desarrollan UPP durante
su tiempo de internación lo que se traduce
aproximadamente en 2, 5 millones de casos
nuevos por año y en 60.000 muertes anuales”
(p6).
Su aparición puede ser gradual y puede traer
consigo dolor, pérdida de la integridad cutánea,
depresión, infecciones y una larga recuperación.
La causa principal de la aparición de las úlceras
por presión se debe a la presión ejercida entre la
piel y un área plana, por un lado, tenemos la parte
ósea y por otro la parte dura qué puede estar
relacionada con el área dónde se encuentra
recibiendo la atención al paciente (el colchón, la
cama, la almohada, las sábanas, mascarillas de
oxígeno, cánulas de oxígeno, tubo endotraqueal,
traqueostomías, sonda nasogástrica, sonda
vesical, parches de electrodos, sujeciones de tubo
endotraqueal, etc.). Los pacientes que se
encuentran internados en áreas críticas en su
mayoría no perciben el incremento de la presión
que se ejerce en la piel, por lo cual no reaccionan
de manera adecuada debido a la sedo anestesia,
relajantes musculares y analgésicos con los que
se encuentra medicados, a la vez lo que
determina el incremento de UPP es la patología
que padece y la respuesta hemodinámica
corporal.
Aguirre (4) señala que “la UPP es una lesión de
origen isquémico localizada en la piel y/o tejido
subyacente, principalmente sobre una
prominencia ósea, como resultado de la presión”
(p4).
La UPP son encontradas con frecuencia en eras
de cuidados críticos a diferencia de otras áreas
intrahospitalarias. La aparición de las úlceras por
decúbito se genera de manera rápida en codos,
sacro, talones, donde las prominencias óseas
estén más prolongadas y exista mayor presión, se
conoce que también pueden producirse en partes
del cuerpo que se encuentre bajo presión y pueda
desarrollar una úlcera asociada a dispositivos
médicos. Al utilizar equipo o dispositivos
médicos sobre la piel del paciente la lesión
creada tendrá apariencia similar (5).
COMLHEI menciona que “las tasas de
prevalencia en el contexto hospitalario oscilan
entre 7,8 y 54%, en unidades de cuidado
intensivo (UCI) se reporta entre 11 y 23,8% y en
unidades de cuidados prolongados, el 12 y
28,8%” (3).
La presión capilar normal oscila entre 16 mmHg
en el espacio venoso capilar y 32 mmHg en el
espacio arterial capilar, a mayor presion en areas
corporales suceptibles durante tiempos
prolongados se produce isquemia que a la vez al
desarrollarse provoca muerte celular.
En 1990 Kosiak demostró que “tiempo y presión
son inversamente proporcionales, es decir,
niveles relativamente bajos de presión
mantenidos durante un tiempo prolongado,
pueden ocasionar daño en los tejidos” (6).
La función y los cuidados de enfermería se deben
a la ética del enfermero entorno a su trabajo el
cual tiene como obligación brindar una atención
digna y adecuada para todos los pacientes sin
discriminación de raza, color, religión o clase
social. Dentro de los cuidados directos a
pacientes se ha tenido una consideración especial
con los pacientes encamados y con ello una serie
de cuidados más prolongados tratando de evitar