ISSN 2773-7705
Periodo. Enero Junio 2021
Vol. 4, Nro. 1, Publicado 2021-06-30
https://revistas.itsup.edu.ec/index.php/higia
Hiperuricemia y perfil lipídico durante el
embarazo como predictores de preeclampsia
Hiperuricemia and profile lipidic during the pregnancy like
predictor of preeclampsia
Hiperuricemia y perfil lipídico durante el embarazo
Jorge Jonny Zumba Alban
1
Macías Navarrete Yandry David
2
Tigua Choez Belen Gladys
3
1
Universidad Estatal del Sur de Manabí, jorge.zumba@unesum.edu.ec, https://orcid.org/0000.0001-
65783136
2
Universidad Estatal del Sur de Manabí, macias-yandry2748@unesum.edu.ec, https://orcid.org/0000-0002-
1345-1201
3
Universidad Estatal del Sur de Manabí, tigua-belen8621@unesum.edu.ec, https://orcid.org/0000-0002-
5189-3924
Correo de contacto: jorge.zumba@unesum.edu.ec
Recibido: 14-04-2021 Aprobado: 15-06-2021
Resumen
El propósito del proyecto investigativo es
analizar la hiperuricemia y perfil lipídico durante
el embarazo como predictor de preeclampsia
entre las edades de 20 a 40 años y obtener un
tratamiento oportuno. Objetivo: Analizar la
asociación de uricemia y lípidos durante el
embarazo como predictor de preeclampsia. La
hipótesis a corroborar es el aumento de ácido
úrico y del perfil lipídico correspondiente como
un predictor de preeclampsia. Metodología a
utilizar es una investigación de diseño
documental, descriptivo de corte transversal.
Obtuvimos que la hiperuricemia y el perfil
lipídico puedan llegar hacer un biomarcador
predictor de la preeclampsia y que los factores de
riesgo pueden ser factores hipertensivos, daño
renal, daño a diferentes órganos, edad,
antecedentes familiares, diabetes mellitus, etc. Se
concluye afirmando que los niveles de ácido
úrico y lípidos pueden convertirse en un
biomarcador clave para el tratamiento oportuno
y eficaz de la preeclampsia precoz.
Palabras clave: Hiperuricemia, Perfil Lipídico,
Preeclampsia, antiangiogénicos.
Abstract
The purpose of the project investigative is to
analyze the hyperuricemia and profile lipidic
during the pregnancy like predictor of
preeclampsia between the ages of 20 to 40 years
and obtain a timely treatment. Aim: Analyze the
association of uricemia and lipids during the
pregnancy like predictor of preeclampsia. The
hypothesis to corroborate is the increase of acid
uric and of the profile lipidic corresponding like
a predictor of preeclampsia. Methodology to use
is an investigation of documentary design,
descriptive of transversal court. We obtained that
the hyperuricemia and the profile lipidic can
arrive do a biomarker predictor of the
preeclampsia and that the factors of risk can be
factors hypertensives, renal damage, damage to
different organs, age, familiar antecedents,
diabetes mellitus, etc. Concludes affirming that
the levels of acid uric and lipids can turn into a
biomarker key for the timely and effective
treatment of the preeclampsia precocious.
Key words: Hyperuricemia, Lipidic Profile, Pre-
eclampsia, antiangiogenics.
Introducción
La preeclampsia es considerada como una
dificultad de salud pública y una de las
principales causas de muerte maternal, su
incidencia oscila entre 2 a 10% de los embarazos,
siendo el predecesor de la eclampsia su
incidencia varía a nivel mundial. Según
estableció la Organización Mundial de la Salud,
aunque la preeclampsia se llegue a dar en países
desarrollados y subdesarrollados, su dificultad
clínica es mayor en el segundo caso (1).
La hiperuricemia es un hallazgo común en las
gestantes con preeclampsia, que a menudo
precede a la hipertensión arterial y la proteinuria.,
manifestaciones habitualmente utilizadas en el
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diagnóstico de este trastorno. Incluso algunos
autores propugnan la implicación del ácido úrico
como factor que contribuye a la patogénesis de la
preeclampsia, dada su capacidad para inducir
inflamación, estrés oxidativo y disfunción
endotelial, que condicionarían tanto el desarrollo
como la función de la placenta. Por ello, su
concentración medida en las primeras etapas de
la gestación puede asociarse a mayor riesgo de
desarrollar preeclampsia, aunque hay autores que
cuestionan este valor. La hiperuricemia adquiere
un papel relevante como marcador útil en el
diagnóstico diferencial con la hipertensión
gestacional, equivalente al clásico de la
proteinuria, así como marcador de riesgo fetal o
de pronóstico de eventos adversos materno-
fetales, aunque para otros su valor predictor es
controvertido (2).
Los lípidos juegan un importante papel durante
la gestación, y en este periodo tienen lugar
cambios importantes en el metabolismo
lipoproteico. Durante el tercer trimestre del
embarazo los niveles plasmáticos de colesterol y
triglicéridos se ven sustancialmente
incrementados, volviendo a niveles normales tras
el parto. Se han descrito asociaciones entre el
aumento de la morbilidad durante el embarazo e
incrementos excesivos de la concentración
plasmática del colesterol y triglicéridos. Por
dicho motivo hemos revisado la relación entre las
alteraciones lipídicas, la preeclampsia, la
diabetes gestacional y el parto pretérmino. El
control metabólico global de la embarazada
mejoraría los resultados obstétricos, y la
detección de alteraciones suprafisiológicas del
perfil lipídico debería clasificar el embarazo en
un nivel de riesgo superior, lo que comportaría
un control más estricto (3).
En Ecuador la población afectada es de 27.53
mortalidad materna por preeclampsia (457 de
1660 en el periodo de 2006-2016) siendo una de
las primeras causas de muerte. Determinando que
esta enfermedad se puede presentar durante el
periodo de 20 semanas en adelante de gestación
(4).
Un estudio realizado en Ecuador en el año 2018,
en el cual se puedo identificar los factores de
riesgo primarios y secundarios más relevantes
asociados a la aparición de la misma. Se realizó
un estudio no experimental, transversal y de
enfoque cuantitativo, donde se empleó la
información obtenida de la recolección de datos
de algunos casos investigados anteriormente por
diferentes autores en Latinoamérica de acuerdo a
criterios de inclusión propuestos en esta
investigación, se utilizó fuentes documentales
confiables como PubMed, Medline, Redalyc,
Google Académico, Scielo para llevar a cabo la
investigación Se obtuvo como resultados los
factores de riesgo más relevantes en la aparición
de la misma, se los ha determinado como factores
de riesgo primarios y secundarios; entre los
cuales tenemos los antecedentes familiares, edad
materna menor de 19 años o mayor de 35 años,
primer embarazo, obesidad, diabetes, el uso de
anticonceptivos, y el corto periodo de tiempo que
se expone la mujer al esperma de la pareja, este
estudio muestra estos factores como un
antecedente a tener en cuenta esperando que
dicha información pueda ser de utilidad con la
finalidad de generar una mejor respuesta y
cuidado médico hacia la mujer gestante y servir
como un antecedente clínico que permita detectar
la enfermedad dentro de un tiempo prudencial y
evitar su desarrollo hacia formas más complejas
que pueda suponer un riesgo a la integridad de la
gestante y su bebe (5).
En el área de Emergencia Ginecología del
Hospital Verdi Cevallos Balda, en la Atención de
Preeclampsia-Eclampsia durante el periodo de
julio del 2016 a junio del 2017. El diseño de
estudio es descriptivo, retrospectivo y
transversal, el universo estuvo constituido por
todas las embarazadas 3400 que ingresaron al
área de emergencia y la muestra son todas las
pacientes que ingresan con diagnóstico de
Preeclampsia- Eclampsia, 125 casos, como
criterio de inclusión tenemos: cumplir el
requisito de la definición de caso
(Preeclampsia/Eclampsia), tener embarazo
mayor de 20 semanas de gestación y aceptar
participar en el estudio. El presente estudio se
realizó con 3400 mujeres embarazadas que
ingresaron al área de ginecología de las cuales
125 casos resultaron preeclámpticas y
eclámpticas. Se ha observado que la
preeclampsia afecta entre el 2 - 10% de los
embarazos, en este caso de 3400 pacientes que
ingresaron a emergencia al área de ginecología
125 mujeres experimentaron
Preeclampsia/Eclampsia correspondiéndola
prevalencia al 3,6% estudios, que va de la mano
con estudios realizados. Según los exámenes del
laboratorio, la creatinina mayor de 1.2 mg/dl se
presentó en el 3% de las pacientes con
preeclampsia/eclampsia. El ácido úrico mayor de
5.5 mg/dl se presentó en el 17% de las pacientes,
la proteinuria en orina al azar fue del 28% y la
proteinuria de 24 horas mayor de 5g realizadas
corresponde al 66% y el 8% con trastorno
hepático (6).
Preeclampsia
La preeclampsia se ha determinado como
la aparición de la hipertensión después de la 20
semana de gestación. Incide ente el 3-10% de las
gestantes en todo el mundo y se asocia a
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una significativa
morbimortalidad tanto maternal como fetal. No
obstante, en la fisiopatología de la preeclampsia
intervienen diversos factores, el más notable es
la instauración de una insuficiencia placentaria.
Esta es responsable de la incitación de
una etapa antiangiogénicos en la gestación y
del progreso de una disfunción endotelial en
diversos órganos que desencadena las
manifestaciones clínicas de la patología. En los
últimos años los criterios diagnósticos han sido
actualizados y se han descrito el uso de nuevos
marcadores, como el ácido úrico, perfil lipídico
y otros factores reguladores de la angiogénesis.
Estas nuevas herramientas permiten
un diagnóstico eficaz y
un manejo médico adecuados, que son cruciales
para minimizar el desarrollo de la preeclampsia
(7).
La preeclampsia grave es una de las principales
causas de muerte materna y complicaciones
obstétricas graves y está implicada en el 16% de
las muertes maternas en los países desarrollados.
Hasta la fecha, ninguna intervención terapéutica
o profiláctica ha demostrado ser exitosa para el
tratamiento de la preeclampsia grave, con la
expulsión de la placenta como medio para
resolver los síntomas clínicos. De hecho, se ha
informado que sólo alrededor del 80% de las
mujeres con hipertensión durante el embarazo
logran la resolución de la presión arterial a
niveles normales dentro de las 6 a 7 semanas
posteriores al parto. En el contexto de la
preeclampsia leve, a menudo se adopta una
estrategia de manejo expectante de "esperar y
observar" el empeoramiento de la enfermedad.
Sin embargo, el tratamiento obstétrico también
puede incluir el tratamiento expectante de la
preeclampsia grave cuando se diagnostica
prematuramente; este enfoque equilibra los
posibles beneficios fetales de la edad gestacional
avanzada con los riesgos maternos de morbilidad
grave con la progresión de la enfermedad; La
variación en el volumen hospitalario asociado
con la calidad de la atención puede ser un factor
importante asociado con los resultados de la
preeclampsia materna. Por lo tanto, es
imperativo comprender hasta qué punto la
calidad de la atención materna para la
preeclampsia puede estar asociada con el
volumen obstétrico (8).
El síndrome de HELLP
Se caracteriza por hemólisis, enzimas hepáticas
elevadas y plaquetopenia. Representa una
complicación grave de la preeclampsia.
Aproximadamente del 15 a 20 por ciento de los
pacientes con síndrome de HELLP no tienen
hipertensión o proteinuria, por lo que puede
tratarse de un trastorno separado de la
preeclampsia. Tanto la preeclampsia con signos
de gravedad y síndrome de HELLP pueden estar
asociados con disfunción hepáticas grave,
incluyendo infarto, hemorragia y rotura hepática.
La evidencia ha demostrado que el uso de cefalea
como criterio de diagnóstico para la
preeclampsia con signos de gravedad no es
confiable y no es específica. Por lo tanto, se
requiere un enfoque diagnóstico más exhaustivo
cuando faltan otros signos y síntomas que
corroboren el diagnóstico de preeclampsia con
signos de gravedad (9)
Epidemiologia
La PE complica el 3-10% de las gestaciones,
aunque la falta de estandarización en cuanto a su
diagnóstico y la heterogeneidad de las
poblaciones estudiadas dificultan las
estimaciones. La incidencia de la enfermedad es
superior en los países en vías de desarrollo,
aunque en los últimos años se ha descrito un
incremento en el número de casos de PE en
países industrializados. Por ello, la PE constituye
un importante problema de salud a nivel global,
más aún si consideramos su elevada
morbimortalidad, tanto materna como fetal. De
este modo, un reciente estudio reveló que en EE.
UU., entre 2006 y 2010, el 8,9% de las muertes
maternas tuvieron como causa la PE o la
eclampsia. Además, se considera que una cuarta
parte de las muertes perinatales en los países
desarrollados son consecuencia de la
PE/eclampsia, cifras aún más elevadas en los
países con menos recursos (7).
Se han descrito diversos factores que aumentan
el riesgo de desarrollar la enfermedad. La PE se
considera una enfermedad asociada al primer
embarazo, y de hecho el riesgo es hasta 3 veces
superior en gestantes nulíparas que en las
multíparas. Sin embargo, cuando el segundo o
posteriores embarazos se producen con una
pareja diferente, el efecto protector de la
multiparidad desaparece. Este hecho muestra la
implicación de factores de origen inmunológico,
una hipótesis que también explicaría por qué
aumenta el riesgo de PE en embarazos logrados
mediante técnicas de reproducción asistida, más
aún cuando se utilizan gametos de donante. El
riesgo es especialmente elevado en gestantes con
historia previa de PE, y aunque en menor medida,
también cuando los antecedentes se presentan en
familiares de primer grado, ya sean de la propia
gestante o del padre, lo que indica la existencia
de una base genética. Además, se ha evidenciado
una mayor incidencia y gravedad de la
enfermedad en gestaciones múltiples,
especialmente cuando son monocoriónicas.
Factores de riesgo de menor peso pero que
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también deben considerarse son la edad materna
extrema o la etnia afroamericana. Por otra parte,
la presencia de otras condiciones clínicas
subyacentes como sobrepeso, hipertensión
crónica, insuficiencia renal, diabetes mellitus,
enfermedades autoinmunes (como síndrome
antifosfolípido) o algunas trombofilias,
predispone al desarrollo de la enfermedad (7).
Factores de riesgo
Obesidad
La obesidad es un padecimiento metabólico y
endocrino difícil que influye en el embarazo con
varias complicaciones. Se ha reportado como un
factor de riesgo de preeclampsia, además de
repercutir de manera adversa sobre el embarazo.
Puede ser causa de abortos espontáneos en el
primer trimestre y anomalías congénitas. La
obesidad especialmente con hiperlipidemia- se
asocia con un mayor nivel de estrés oxidativo,
con disfunción endotelial, lo cual aumenta el
riesgo de desarrollar preeclampsia. La
hiperlipidemia asociada a obesidad materna,
puede predisponer una mayor fuerza oxidativa, lo
cual produciría una disfunción celular endotelial
y un desequilibrio de la síntesis de los
componentes vasoactivos (tromboxano y
prostaciclina). La excesiva peroxidación de
lípidos, la disfunción celular endotelial y la
biosíntesis alterada de tromboxano y
prostaciclina, ocurren con más frecuencia en
mujeres con preeclampsia que en mujeres
embarazadas con presión arterial normal (10).
Edad
Las edades extremas se han asociado con riesgo
de PE/ eclampsia. La edad materna mayor a 40
años se ha asociado con un aumento del riesgo de
padecer PE (OR 1,49; IC95%: 1,22-1,82). La
Organización Mundial para la Salud (OMS) ha
realizado una Encuesta multinacional de la salud
de madres y recién nacidos e informó que las
mujeres mayores de 35 años estaban en alto
riesgo de PE, aunque no de eclampsia. Sin
embargo, las mujeres menores de 19 años de
edad estaban en alto riesgo de eclampsia, pero no
de un diagnóstico de preeclampsia,
probablemente relacionada con un diagnóstico
insuficiente de la preeclampsia en poblaciones de
mujeres sin vigilancia prenatal completa (11).
Condiciones del embarazo
Embarazo múltiple. Los embarazos de mellizos,
trillizos o más fetos, conocidos como embarazos
múltiples, aumentan el riesgo de los bebés de
nacer prematuros (antes de las 37 semanas de
gestación). Tener un bebé después de los 30 años
y tomar medicamentos para la fertilidad son
factores que se han asociado con los embarazos
múltiples. Tener tres o más bebés aumenta la
probabilidad de que la mujer necesite un parto
por cesárea. Es más probable que los mellizos o
trillizos tengan un menor tamaño que los fetos
únicos. Si los bebés de un embarazo múltiple
nacen de forma prematura, son más propensos a
tener dificultad (12).
Diabetes gestacional. La diabetes gestacional,
también conocida como diabetes mellitus
gestacional (GDM por sus siglas en inglés) o
diabetes durante el embarazo, es la diabetes que
se desarrolla por primera vez cuando la mujer
está embarazada. Muchas mujeres pueden tener
embarazos saludables si siguen el plan de dieta y
tratamiento indicado por un profesional de la
salud para controlar su diabetes. La diabetes
gestacional no controlada aumenta el riesgo de
tener un trabajo de parto y un parto prematuros,
preeclampsia y presión arterial alta (12).
Preeclampsia y eclampsia. La preeclampsia es un
síndrome marcado por un aumento súbito de la
presión arterial en una mujer embarazada
después de las 20 semanas de embarazo. Puede
afectar los riñones, el hígado y el cerebro de la
madre. Si no se trata, la enfermedad puede ser
mortal para la madre y/o el feto y causar
problemas de salud a largo plazo. La eclampsia
es una forma más grave de preeclampsia,
marcada por convulsiones y coma en la madre
(12).
Factores antiangiogénicos como
biomarcadores circulantes para la
preeclampsia
Dado que la hipertensión y la proteinuria no son
síntomas exclusivos de la preeclampsia, un
marcador diagnóstico específico es necesario
para el diagnóstico y la prevención temprana de
la preeclampsia. Con este fin, una serie de
biomarcadores han sido objeto de estudio. La
expresión de sFLT-1 y sEng se incrementa en las
preeclámpticas antes de la aparición del
síndrome clínico, lo que indica su valor
predictivo. Sin embargo, las concentraciones de
la primera durante el embarazo son variables, por
lo que es difícil interpretar su precisión
pronostica. El sFLT-1 y sEng causan disfunción
endotelial antagonizando la señalización de
VEGF y TGF-beta1. Varios estudios recientes
han analizado la relación sFLT-1 / PlGF para
evaluar su capacidad como indicador para el
inicio de la enfermedad. Esta proporción
aumenta antes de la aparición de la preeclampsia,
pero no distingue a las preeclámpticas de las
embarazadas con hipertensión gestacional.
Además de las concentraciones aumentadas de
sFLT-1, las concentraciones de sEng también
están aumentadas en las preeclámpticas con
cambios en la relación. Se ha demostrado que el
aumento de las concentraciones de sEng permite
discriminar a las preeclámpticas de las
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embarazadas con hipertensión gestacional y de
las hipertensas crónicas (13).
Patología
La característica patológica principal de la EP de
inicio temprano es la transformación incompleta
de las arterias espirales, lo que resulta en
hipoperfusión de la placenta y un suministro
reducido de nutrientes para el feto. Esto da como
resultado signos de restricción del crecimiento
fetal (FGR). Por otro lado, en el tipo de inicio
tardío, las arterias espirales, en todo caso, tienen
un diámetro ligeramente alterado y no hay signos
de FGR. Esto se debe a que la preeclampsia de
inicio temprano está relacionada con la
hipoperfusión placentaria, mientras que en el tipo
de inicio tardío no hay cambio o una
modificación superficial de las arterias espirales,
lo que lleva en algunos casos a hiperperfusión de
la placenta. Por lo tanto, parece que la EP de
inicio temprano y tardío tiene diferentes vías
fisiopatológicas y etiológicas (14).
El mecanismo básico es la hipoxia como
consecuencia de una disregulación de la
angiogénesis y un defecto de implantación de la
placenta, definido por factores intrínsecos
(anomalía del trofoblasto velloso) y factores
extrínsecos que alteran la decidualización. Los
hallazgos histológicos placentarios más comunes
en la PE son arterioesclerosis, esclerosis de
arterias y arteriolas, depósito de fibrina e infartos,
hallazgos producidos por hipoperfusión e
isquemia, que además se correlaciona con la
severidad de la PE (15)
Fisiopatología
Existe un defecto en la placentación y un fallo en
la reorganización de las arterias espirales lo que
conlleva a liberación de factores tóxicos
circulantes con disfunción endotelial,
vasoconstricción y estado de
hipercoagulabilidad. Como resultado de este
procedimiento se produce hipertensión arterial,
lesión glomerular con proteinuria,
trombocitopenia, hemolisis, isquemia hepática,
isquemia de sistema nervioso central y por último
eclampsia con convulsiones (16).
Manifestaciones clínicas
Se dice que la preeclampsia se desarrolla en dos
etapas: la primera al inicio del embarazo, el
primero antes de las 20 semanas de embarazo
donde hay una pobre y deficiente invasión
placentaria en el miometrio y la vasculatura
uterina, donde no se observan manifestaciones
clínicas. La segunda etapa se manifiesta como
consecuencias de la alteración previa de la
placentación que lleva a la hipoxia placentaria e
hipoxia de perfusión, que produce un daño en el
sincitiotrofoblasto y retraso del crecimiento fetal.
En todas las pacientes la primera manifestación
de la preeclampsia es la elevación de la presión
arterial en los valores antes mencionados; se trata
de una patología asintomática al inicio con un
desarrollo gradual de los signos y síntomas
clásicos de la enfermedad por lo que en la
mayoría de veces no es detectada a tiempo por
parte de las gestantes y del personal de salud.
Posteriormente habrá compromiso de otros
órganos y sistemas, constituyendo así una señal
de alerta. La disfunción y activación endotelial es
el mecanismo que explica las manifestaciones de
la fase clínica de la preeclampsia por el impacto
que tiene en varios órganos. La severidad de la
enfermedad generalmente se relaciona con el
número de órganos disfuncionales, pero las
complicaciones fetales pueden presentarse antes,
con la presencia o ausencia de los síntomas y
signos maternos. Esta disfunción de órganos y
sistemas en la preeclampsia se puede dividir
como: condiciones adversas y complicaciones
maternas severas. Las condiciones adversas
consisten en los signos y síntomas maternos,
exámenes de laboratorio (como ácido úrico,
perfil lipídico como principales marcadores) y
monitoreo fetal anormal que puede anunciar
complicaciones maternas y fetales severas. Las
condiciones adversas son aquellas que
esperamos como respuesta a un esfuerzo para
evitar complicaciones graves. Todas las mujeres
embarazadas deben ser conscientes de la
necesidad de buscar consejo inmediato de un
profesional de la salud si experimentan síntomas
de la preeclampsia (17).
Diagnóstico
Dentro de los criterios para dar el diagnóstico de
preeclampsia de encuentran: Embarazo mayor a
las 20 semanas de gestación excepto en los casos
de embarazo molar. Presión arterial mayor a
140/90mmHg en al menos dos tomas distintas
con 6 horas de diferencia. Proteinuria mayor o
igual a 300mg/dl en 24 horas. Dentro de los
criterios de severidad se encuentran: Presión
arterial mayor a 160/110mmHg en al menos 2
tomas con al menos 4 horas diferencia más dos
de los siguientes: Proteinuria mayor a 5g en orina
de 24 horas. Creatinina rica mayor a 1.2mg/dl.
Dolor epigástrico o de hipocondrio derecho
intenso y persistente. Oliguria menor a 500ml en
24 horas. Trombocitopenia por debajo de 100
000. Alteración en las pruebas de función
hepática con valores que doblan su nivel normal
(16).
Tratamiento de preeclampsia con criterios de
severidad
Se considera indicación de parto, todas las
pacientes que tengan más de 34 semanas de
gestación y que presenten criterios de severidad,
debido a que el parto disminuye las posibilidades
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de que se presenten complicaciones graves
asociadas con la disfunción multisistémica. En
algunos casos seleccionados de pacientes con
menos de 34 semanas de gestación, se podría
considerar un manejo expectante para lograr
prolongar el tiempo del feto intrauterino y así
garantizar mayor madurez fetal y disminuir las
complicaciones neonatales potencialmente
asociadas, con la administración de
corticoesteroides prenatales. Además, se
recomienda esta estrategia de manejo en los
casos donde las alteraciones de laboratorio son
transitorias, y en casos donde solo exista la
hipertensión arterial mayor a 160 mmHg sistólica
o 110 en la diastólica, como único criterio para la
enfermedad severa. Se consideran
contraindicaciones absolutas para el manejo
expectante en pacientes con preeclampsia severa,
en fetos con edades no viables y cuando existe
inestabilidad materna o fetal (18).
Tratamiento de preeclampsia sin criterios de
severidad
Al igual que las pacientes con criterios de
severidad, en estos casos, el tratamiento
definitivo dependerá de la edad gestacional que
presente la paciente a la hora de ser valorada y
del estado hemodinámico materno y fetal. Para
casos en donde la edad gestacional sea mayor de
36 semanas y por ende sea un feto a término, se
considera que el mejor tratamiento es la
inducción del parto, debido a que este plan de
manejo, reduce el riesgo de sufrir complicaciones
si se permite la extensión de semanas de
gestación y son menores que los beneficios
garantizados. Para pacientes que tienen menos de
33 semanas, los estudios recomiendan iniciar un
manejo expectante, debido a que se obtienen
mayores beneficios con este manejo en lugar de
favorecer un parto prematuro. Se deben repetir
los exámenes de laboratorios al menos dos veces
por semana. Ya que algunas pacientes podrían
tener el riesgo de padecer el síndrome de HEELP,
que se caracteriza por alteración hepática, anemia
hemolítica y trombocitopenia. No se recomienda
la dieta hiposódica ni el reposo en cama absoluto,
debido a que no existe evidencia de que esto
mejore el resultado final. Se iniciará tratamiento
antihipertensivo, solo en casos donde la presión
supere los 160 mmHg en la presión sistólica o los
110 mmHg en la presión diastólica, debido a que
el inicio de medicamentos con cifras menores a
estas últimas, no disminuyen la morbimortalidad
asociada, ni mejora el curso de la patología. Para
las pacientes que fueron tratadas de forma
expectante, se optará por la inducción del parto
en el momento en que se cumplan 37 semanas de
gestación o ante la presencia de complicaciones
que sometan a la paciente a una preeclampsia con
criterios de severidad (18).
Ácido Úrico
El ácido úrico es uno de los marcadores más
estudiados porque está documentada su
sobreactividad en la placenta de mujeres con
preeclampsia. Es el producto final de la
degradación de las purinas (adenina y guanina).
Se trata de un compuesto antioxidante que, en
ausencia de otros compuestos antioxidantes,
como el ácido ascórbico, puede comportarse
como agente oxidante y proinflamatorio. Su
valor sérico en mujeres no embarazadas es de 2.4
a 5.7 mg/dL, en embarazadas sanas ≤ 4 mg/ dL y
en las embarazadas con preeclampsia, la media
es de 6.7 mg/Dl (19).
La elevación de ácido úrico en las mujeres con
preeclampsia a menudo precede a la hipertensión
y proteinuria, manifestaciones clínicas y
paraclínicas que se utilizan para diagnosticar este
trastorno. Hay varias causas potenciales del
ascenso del ácido úrico en la preeclampsia que
son: la función renal alterada, el daño endotelial,
la acidosis y el aumento de actividad de la enzima
xantina oxidasa / deshidrogenasa. En la
población no embarazada el aumento de ácido
úrico en sangre se considera un factor de riesgo
para la hipertensión, enfermedad renal y eventos
cardiovasculares adversos. También se
evidencian resultados adversos fetales en
gestantes hipertensas (20).
Las gestantes con PE presentan concentraciones
séricas de ácido úrico superiores a las de mujeres
con embarazos sin complicaciones. Por este
motivo este marcador bioquímico ha sido
propuesto en el diagnóstico de la enfermedad y
de hecho se utiliza habitualmente en la
valoración de la gestante con sospecha de PE.
Aunque existe cierta heterogeneidad en los
puntos de corte evaluados en los diferentes
estudios, en general el ácido úrico ha mostrado
mayor rendimiento diagnóstico que las pruebas
de función hepática. De este modo, alteraciones
en los niveles de ácido úrico permiten
diagnosticar PE, especialmente cuando es
precoz, con una especificidad muy elevada (en
torno al 95% en los estudios más optimistas) pero
tal y como ocurría con las transaminasas, valores
de este parámetro dentro del rango de referencia
no permiten excluir la enfermedad debido a su
moderada sensibilidad, que se sitúa entre el 60-
87% según las series analizadas. Por otra parte,
el ácido úrico ha demostrado ser útil en el
pronóstico de complicaciones derivadas de la PE,
tanto maternas como fetales. Además, se ha
evidenciado la existencia de una correlación
negativa entre la concentración de ácido úrico en
el momento de la admisión en urgencias y los
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días de manejo clínico expectante, por lo que este
marcador podría ser útil en la predicción de parto
inminente contribuyendo así a la optimización en
el manejo de estas gestantes (7).
Hiperuricemia
La hiperuricemia disminuye los nitritos
plasmáticos, inhibe la producción de óxido
nítrico en las células de la vena umbilical in vitro,
estimula la proliferación e inflamación en las
células del músculo liso vascular e inhibe el
sistema placentario de captura de aminoácidos A.
En mujeres embarazadas con hiperuricemia
(insuficiencia renal crónica, preeclampsia), el
ácido úrico se transfiere de forma libre a la
circulación fetal. Su efecto antiangiogénicos
puede provocar bajo peso en el neonato,
preeclampsia y parto pretérmino (21)
La hiperuricemia en mujeres preeclámpticas se
debe principalmente a una reducción en la tasa de
filtración glomerular debido a la disfunción
endotelial. Varios estudios han informado que las
concentraciones elevadas de ácido úrico se
correlacionan positivamente con resultados
adversos maternos y fetales (22).
Perfil lipídico
El perfil lipídico es uno de los exámenes de
laboratorio más requeridos. En general, se
solicita para detectar el riesgo a desarrollar una
enfermedad cardiovascular producto de una
dislipidemia, que proviene de un trastorno en el
metabolismo de lípidos. (23).
Los lípidos y lipoproteínas son evaluados como
indicador del riesgo de enfermedades
cardiovasculares. Algunos de los analitos del
perfil lipídico pueden estar elevados como
resultado de otras enfermedades, como:
hipotiroidismo, diabetes o enfermedad renal. Es
por ello por lo que es importante descartar estas
causas que pueden producir anomalías en el
perfil lipídico antes de tratar estas
exclusivamente como factores de riesgo
cardiovascular (23).
Durante el embarazo normal, los niveles de
lípidos aumentan drásticamente para garantizar
el suministro nutricional fetal y placentario y la
síntesis de hormonas esteroides . Varios
informes han sugerido que las mujeres con
preeclampsia presentan más cambios en el
metabolismo de los lípidos . Se ha informado
ampliamente sobre niveles circulantes
abrumadores de triglicéridos en comparación
con la hiperlipidemia normal en el
embarazo. Un metaanálisis reciente de 74
estudios encontró que la preeclampsia se asoció
adicionalmente con niveles elevados de
colesterol total y colesterol no HDL en el tercer
trimestre (24).
Los niveles de lípidos al comienzo del embarazo
se asocian con una carga cardiovascular para la
madre al aumentar el riesgo de preeclampsia e
hipertensión sostenida y, por lo tanto, pueden
usarse como un marcador temprano de
enfermedad cardiovascular en la vejez. Durante
el embarazo, se necesitan adaptaciones del
metabolismo de los lípidos maternos para el
crecimiento y desarrollo fetal. Estas
adaptaciones incluyen el desarrollo de
hiperlipidemia materna. Niveles altos de
colesterol remanente y un perfil lipídico
aterogénico, definido por niveles altos de
colesterol total, triglicéridos y colesterol unido a
lipoproteínas de baja densidad (LDL-c) y / o un
nivel bajo de colesterol unido a lipoproteínas de
alta densidad (HDL-c), son factores de riesgo
para el inicio y la progresión de la aterosclerosis,
que en última instancia conduce a la ECV (25).
Triglicéridos
Son la segunda grasa en importancia presente en
la sangre. Puede ser grandes generadores de
trastornos cardíacos, ya que son moléculas grasas
empaquetadas junto con el colesterol en las
esferas de transporte de las lipoproteínas. Sus
altos niveles pueden desplazar a la HDL, así
como convertirse en transportadores de LDL,
responsables también de la producción de
coágulos que bloqueen arterias, con la
consiguiente aparición de infarto al miocardio.
Sus altos niveles en sangre, con frecuencia, están
asociados a la obesidad y a la diabetes resistente
a la insulina. Los niveles elevados de
triglicéridos también están relacionados a la
formación de placas ateromatosas en arterias y
son tomados como un factor de riesgo para la
presentación de eventos cardiovasculares (26).
Colesterol
El colesterol es la principal lipoproteína e
indispensable para el organismo debido a sus
funciones estructurales y metabólicas. Se
encuentra anclado en las membranas celulares
modulando la fluidez y permeabilidad. Este
proviene de la dieta o es sintetizado por los
hepatocitos, es precursor de otras biomoléculas
como hormonas esteroideas, ácidos grasos y
vitamina D, lo encontramos en mayor proporción
en el hígado, médula espinal, páncreas y cerebro.
Sin embargo, la acumulación excesiva en
nuestros tejidos y altas concentraciones en sangre
(hipercolesterolemia), conllevan a consecuencias
patológicas, el colesterol presente en nuestro
organismo es proveniente de dos fuentes: de la
dieta (colesterol exógeno) y de la síntesis
endógena (colesterol endógeno) a partir del
Acetil-CoA. En el hepatocito la regulación
resulta del equilibrio entre la llegada de
colesterol mediante la vía de lipoproteínas
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plasmáticas, la síntesis de nuevo colesterol en la
propia célula y la salida de este en forma de
lipoproteínas y como componente de la bilis. Así
mismo es almacenado en las células en forma de
éster o formar parte de las membranas celulares
como colesterol libre (27).
El colesterol es usado por la placenta para la
síntesis de esteroides y los ácidos grasos son
utilizados para la oxidación placentaria y la
formación de membranas. Dado el papel
fisiológico de la hiperlipidemia gestacional en el
suministro de lípidos a un feto en rápido
desarrollo, es posible que las preeclámpticas
tengan alteraciones del metabolismo lipídico en
un intento por compensar la alteración
placentaria. Tal mecanismo ha sido propuesto
para explicar las altas concentraciones de
triglicéridos observadas en las mujeres con
preeclampsia. Existen reportes de elevación
significativa de las concentraciones de colesterol
y triglicéridos en ayunas a las 10 semanas de
gestación en embarazadas que posteriormente
desarrollan preeclampsia leve y severa (28).
Lipoproteínas
Las lipoproteínas son complejos
macromoleculares que están compuestas por
lípidos y proteínas, una de las funciones más
importantes que realizan las lipoproteínas en el
cuerpo es transportar la grasa. Los lípidos
incluyen un conjunto de biomoléculas con
propiedades y estructuras muy diferentes entre
ellas, pero si tienen cosas en común, la primera
es que están formadas por elementos como es el
carbono, hidrogeno, (oxígeno en menor
cantidad), otros compuestos menos importantes
y en menor cantidad el nitrógeno, fosforo y
(azufre en cantidades muy puntuales), las
características más importantes de los lípidos es
de ser hidrófobas quiere decir que son insolubles
en el agua pero solubles en disolventes
orgánicos, las funciones que aportan los lípidos
son energética ya que los lípidos proporcionan
mucha energía al cuerpo, también presenta una
función estructural y la función reguladora que
intervienen en algunos procesos hormonales
(29).
Las lipoproteínas tienen la principal función de
envolver los lípidos insolubles en el medio
acuoso del plasma y transportarlos desde el
intestino y el hígado hacia los tejidos periféricos
y desde estos, regresar el colesterol al hígado
para su eliminación en forma de sales biliares.
Las lipoproteínas se dividen por el método de
centrifugación y por la densidad en el plasma
son: quilomicrones (ricos en triglicéridos), de
muy baja densidad (VLDL), de baja densidad
(LDL) y de alta densidad (HDL). Es mejor decir
perfil lipídico sanguíneo negativo, que
hiperlipidemia, porque cuando los valores del
colesterol HDL está disminuida este se relaciona
con un riesgo alto de arterioesclerosis y sus
complicaciones. Se ha determinado niveles
disminuidos de colesterol HDL a los valores
menores a 35 mg/dL, un valor umbral de
colesterol HDL mayor a 60 mg/dL como factor
de riesgo desfavorable. Los valores disminuidos
de colesterol HDL en sangre esrelacionado a la
poca actividad física, la excesiva ingesta de
grasas de origen animal y factores de riesgo
como hipertensión arterial, obesidad, tabaquismo
e hipertrigliceridemia, por lo cual un excesivo
consumo de carnes, azúcares y comidas ricas en
grasa, provocan un incremento de los valores de
triglicéridos (29).
Lipoproteínas de alta Densidad (HDL)
Lipoproteínas de Alta Densidad El colesterol
HDL o colesterol bueno es la unión del colesterol
con una lipoproteína de alta densidad. Esta
lipoproteína se encarga de transportar el
colesterol desde los tejidos al hígado para su
síntesis del metabolismo. Se sintetizan en el
hígado, están construidas por gran cantidad de
proteínas y pocos lípidos; almacenan los lípidos
no utilizados por los tejidos evitando que se
depositen en las paredes arteriales y que formen
placas de ateroma. El HDL actúa como un equipo
de mantenimiento para las paredes internas de las
venas, el daño del endotelio es la parte inicial de
la arterosclerosis (30).
Lipoproteínas de baja densidad (LDL)
La mayor parte del colesterol se transporta en la
sangre unida a proteínas, formando unas
partículas conocidas como lipoproteínas de baja
densidad o (LDL). Cuando la célula necesita
colesterol para la síntesis de membrana, produce
proteínas receptoras de LDL y las inserta en su
membrana plasmática. Cuando el colesterol es
captado pasa a los lisosomas donde se hidrolizan
los ésteres de colesterol dando lugar a colesterol
libre, que de esta forma queda a disposición de la
célula para la biosíntesis de las membranas. Si se
acumula demasiado colesterol libre en la célula,
ésta detiene tanto la síntesis de colesterol como
la síntesis de proteínas receptoras de LDL, con lo
que la célula produce y absorbe menos colesterol.
Esta vía regulada para la absorción del colesterol
está perturbada en algunos individuos que
heredan unos genes defectuosos para la
producción de proteínas receptoras de LDL y,
por consiguiente, sus células no pueden captar
LDL de la sangre. Los niveles elevados de
colesterol en sangre resultantes predisponen a
estos individuos a una aterosclerosis prematura,
y la mayoría de ellos mueren a una edad
temprana de un infarto de miocardio como
consecuencia de alteraciones de las arterias
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coronarias. La anomalía se puede atribuir al
receptor de LDL el cual puede estar ausente o ser
defectuosa (31).
Materiales y Métodos
Este trabajo de investigación comprende un
estudio bibliográfico correspondiente a la
búsqueda de diferente información y análisis
correspondientes a la preeclampsia. Se realizo
una búsqueda bibliográfica en los diferentes
sitios científicos como: Google Académico,
Pubmed, Scielo, Elsevier, Dialnet de diversos
artículos correspondiente a los años 2015 2020,
relacionados con preeclampsia, además de las
palabras claves utilizadas para la búsqueda de
información como son: Hiperuricemia, Perfil
Lipídico, Preeclampsia, antiangiogénicos. La
población establecida comprendió a mujeres
embarazada entre la edad de 20 a 40 años
correspondientemente y estableciendo los
criterios de inclusión que fueron embarazadas
que cursaban mayor o igual a las 28 semanas de
gestación. Se lo realizo en base a los artículos y
documentos científicos que fueron tomadas de
fuente de datos científicos en la cual se tomó
como relación textos sobre preeclampsia y las
palabras claves a utilizar además se tomó como
fuente las normas Vancouver que nos ayudaron a
definir científicamente correctos datos
bibliográficos para la redacción y análisis del
texto científico, como criterios de inclusión se
tomó a mujeres embarazadas mayor o igual a las
28 semanas de gestaciones con una edad entre los
20 a 45 años; entre los criterios de inclusión
tenemos a mujeres embarazadas mayor a los 45
años y mejor a los 20 años de edad y los
embarazados con problemas de origen renal,
endocrino, cardiaco o hematológico.
Resultados
Analizar las cifras o datos de urea y los lípidos durante el embarazo
AUTORES
PAIS
AÑO
RESULTADOS
Zavaleta. (32)
Perú
2016
Se conoció que los valores séricos del ácido úrico
considerando 5,9mg/dL para preeclampsia leve y >7,1mg/dL
para preeclampsia severa, y proteinuria 5gr para
preeclampsia severa.
Fernández y Col.
(20)
Uruguay
2017
Según los criterios del laboratorio los niveles de ácido úrico
fueron mayor de 5.5 mg/dl prevaleciendo en el 17% de las
pacientes.
Arellano Sánchez,
Vanessa; Gabriela,
Garay Serrano. (33)
Mexico
2016
Se llevo a la conclusión que los niveles de colesterol y
triglicéridos se encuentran más elevado en embarazadas que
presentan preeclampsia en comparación con los de aquellas
normotensas.
Escobar y Col. (34)
Ecuador
2018
Se encontró que los niveles de colesterol y triglicéridos
resultaron elevados para preeclámpticas y para embarazadas
sanas resultaron normales.
Condo y Col. (6)
Ecuador
2018
Según los exámenes del laboratorio, el ácido úrico mayor de
5.5 mg/dl se presentó en el 17% de todas las embarazadas
atendidas.
En los estudios bibliográficos encontrados en la
investigación se pudo corroborar que los niveles
altos de ácido úrico correspondientes a 5.5
mg/dL siempre prevalecía en las embarazadas
preeclampticas así mismo el perfil lipídico como
el colesterol y triglicéridos fueron los criterios
más resaltantes con valores (250 mg/dL
colesterol y 279 mg/dL Triglicéridos) llegando a
la conclusión que se puede tomar como
biomarcadores predictores de preeclampsia.
Identificar los factores de riesgos que inciden en la aparición de la preeclampsia.
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Ayol y Col. (5)
Ecuador
2018
Mediavilla. (35)
Ecuador
2017
Cabrera y Col. (36)
Ecuador
2018
Suarez. (37)
Cuba
2019
Según los criterios bibliográficos sobre los
factores de riesgos en los cuales incidieron en la
aparición de preeclampsia la mayor parte de
mortalidad materno-fetal se deben a la los daños
ocasionado tales como; daño renal,
malformaciones cardiacas para el feto,
problemas de sangrado y en todas las ocasiones
si no se trata a tiempo la preeclampsia se puede
llevar a la eclampsia que es una compilación más
grave de dicha patología, también se definió que
la diabetes mellitus, la obesidad, hipertensión
arterial, son asociadas en la incidencia de la
misma enfermedad.
En casi todos los casos de preeclampsia la edad
comprendida fue entre los 20 hasta los 40 años la
cual prevalecía en todas las mujeres
embarazadas. Y en casos menores encontramos
el factor determinado por antecedentes genéticos
y problemas con proteinuria (una fuerte infección
en la gestación causa problemas severos para el
feto).
Plantear medidas preventivas para prevenir
enfermedades sobre preeclampsia.
La OMS/OPS buscan una mejora en el cuidado
gestacional entre ellos están una alimentación
sana, la medicación de hierro y calcio (dada
gratis por el gobierno) para evitar la
deshidratación o la falta de los mismo en las
pacientes que muchas veces se debe a los factores
climáticos o la baja economía. Así mismo el
control gestacional de cada mes de ella y del bebe
(hipertensión, exámenes clínicos). Información
dada por cada una de las instituciones tanto en el
sitio operando como en campañas en los lugares
acordados por el ministerio. También están las
vacunas de prevención que es una ayuda de
primer nivel. Otra manera de ayudar en el
embarazo es el ejercicio durante la gestación.
Discusión
Referente a las cifras de ácido úrico durante el
embarazo se ha determinado ser un biomarcador
para detectar preeclampsia y así evitar futuras
complicaciones, como lo demuestra Le et al. (38)
en la cual realizaron un estudio con la
concentración de ácido úrico en suero materno en
embarazadas que padecían preeclampsia y
eclampsia y se logró determinar en los resultados
realizados por el Laboratorio que los niveles
séricos de ácido úrico estuvieron elevados (≥393
μmol / L) y así indicando que las concentraciones
de la misma en suero materno es un buen
predictor de preeclampsia y eclampsia. Así
mismo la hiperuricemia se ha asociado con los
trastornos hipertensivos del embarazo ya que se
utiliza para valorar la función renal en mujeres
embarazadas con dichos trastornos como lo es la
preeclampsia. Lograron determinar en un estudio
en la cual se evaluó los niveles de ácido úrico en
la cual resultaron elevado con resultado próximo
(6,8 mg/dl). La cual explicaron que la
hiperuricemia se asocia a resultados adversos
maternos perinatales en mujeres con trastorno
hipertensivo del embarazo (39). Se puede dar a
proporcionar mayor evidencia científica de su
utilidad clínica lo cual son necesarios para hacer
posible su inclusión, al menos respecto del
deterioro agudo de la función renal en las
pacientes con preeclampsia severa ya
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identificada, sobre todo cuando las
concentraciones de ácido úrico son ≥ 7 mg/dL.
En comparación con el perfil lípido en embarazo
con preeclampsia se ha demostrado en diversos
artículos que, si se elevan más de los rangos
normales, pero esto no es necesariamente
comprobatorio que es debido a la preeclampsia,
porque puede haber otras determinantes como:
Diabetes Gestacional, Diabetes Mellitus,
Hipertensión Arterial etc. Así indican estudios
realizados a mujeres preeclampticas que estos
lípidos como el colesterol y los triglicéridos
tienen un valor elevado debido a las variables
antes mencionadas (40). Esta característica de la
enfermedad hace que, cuando se establece el
diagnóstico, su identificación sea relativamente
tardía en relación con la historia natural de la
enfermedad. Por esto es necesario contar con
marcadores bioquímicos complementario como
los antes mencionados que permitan evaluar la
gravedad de la enfermedad e identificar sus
efectos en la condición materna que ayuden al
establecimiento de un diagnóstico temprano y al
inicio o continuación de un tratamiento.
En cuanto a los factores de riesgo generalmente
en estudios realizados sobre preeclampsia es
evidente que a partir de la vigésima semana de
embarazo y tener una edad menor a los 20 años y
mayor a los 35 años de edad es existen los casos
de padecer dicha patología como lo demuestra en
su publicación que tuvo con resultado mujeres
embarazadas con preeclampsia menor a los 20
años de edad (41). También un factor
determinante que complica el embarazo si no se
lleva un control de la enfermedad, es la eclampsia
que es la fase grave de la preeclampsia llegando
así ser causante de las muerte materno-fetal a
nivel mundial ya que todavía no se ha logrado
encontrar un tratamiento oportuno que la ayude a
erradicar.
Conclusiones
Se concluyo que el nivel alto de ácido
úrico y del perfil lipídico fueron un
factor predictor para la preeclampsia.
La hiperuricemia y perfil lipídico
constituye un elemento predictor de
complicaciones maternos y perinatales
debido a que el nivel elevado del ácido
úrico y la obesidad llevaban a cabo
problemas renales y enfermedades
como diabetes mellitus causando
anomalías en el proceso de gestación
que asociadas con la hipertensión se
vuelven un caso crónico que termina
provocando la muerte del feto en el
mayor de los casos si no lleva una
correspondiente atención y cuidado.
Se concluye que las autoridades han
realizado investigaciones para mejorar
la calidad de vida de las madres
gestantes.
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