ISSN 2773-7705
Periodo. Enero – Junio 2022
Vol.6, Nro.1, Publicado: 2022-06-30
https://revistas.itsup.edu.ec/index.php/Higia
debido a su condición de embarazadas
presentan un aumento de la carga
hormonal, lo que bien pudiera incidir en
un mayor compromiso de la flora
vulvovaginal. En efecto, la Candida,
normalmente comensal vaginal inactivo
(12,13,14,15), solo se vuelve patógena
ante los cambios hormonales, aumento
de los niveles de estrógenos propios de
las gestantes. Así mismo, Yano et al.,
(16) reportó en su estudio que la acción
inducidas por hormonas, embarazo, uso
de anticonceptivos orales, terapia de
reemplazo hormonal, generaron el
13,7% de candidiasis vulvovaginal (11) ,
asociando el embarazo con un
incremento de la susceptibilidad para
infecciones vaginales por Candida (17),
debido al efecto de los estrógenos sobre
el glucógeno y el aumento de ácido
láctico provocando un pH vaginal
disminuido, conjuntamente con el
desequilibrio en el microbiota vaginal, lo
que favorece el crecimiento de
patógenos oportunistas en un ambiente
ácido y la adhesión e infección de los
mismos, estas condiciones acompañadas
de una disminución de las defensas,
trastornos metabólicos, el exceso de
humedad, así como ciertos hábitos
favorecen un medio para la proliferación
de esta especie. Mientras tanto, Yu et al.,
(18) reportaron la incidencia de Candida
albicans en una población de mujeres
gestantes de 77,78% y 3,5 veces mayor
que el aislamiento de Candida no
albicans, coincidiendo con nuestros
hallazgos. Encontrándose diferencias
con lo reportado por Sangaré et al., (19)
en un estudio transversal en tres centros
de salud primarios en Bobo-Dioulasso
2015, quienes publicaron un predominio
dentro de una población de gestantes, de
las especies no albicans en un 59,61%.
Otro resultado a destacar, es que la
mayor frecuencia de Candida albicans
fue especialmente para el rango
comprendido entre 26 a 35 años,
coincidiendo con un estudio español, que
arrojaba dentro de las diferentes especies
de levaduras a la C. albicans, en mayor
proporción en el intervalo
correspondiente de 20 a 33 años
(53,12%) (3). Así mismo, es muy
compatible con estudios realizados en
poblaciones sexualmente activa, donde
la CVV ocupa el segundo lugar de
infecciones vaginales asociadas a
espacies de Candida albicans (20).
Además, los presentes resultados,
permiten observar la disminución de esta
levadura a mediados de la tercera década
de la vida.
De acuerdo a la sintomatología, un
tercio de la población en estudio presento
más de un síntoma, lo que se alinea a
investigaciones que manifiestan que la
CVV son las infecciones vaginales que