ISSN 2773-7705
Periodo. Julio – Diciembre 2023
Vol. 9, Nro. 2, Publicado 2023-12-31
https://revistas.itsup.edu.ec/index.php/Higia
sistemas sanitarios de cada país ha generado,
al ser altamente contagioso, causo millones
de muertes. La presencia de dicho virus es
más común en pacientes con enfermedades
graves, tales como: enfermedad
cardiovascular, enfermedad respiratoria
crónica, hipertensión, diabetes y cáncer.
El cáncer y trastornos sanguíneos
Las personas que actualmente padecen
cáncer corren y mayor riesgo de desarrollar
una COVID-19 más grave. Los tratamientos
varían según el tipo de cáncer y el
tratamiento que estés recibiendo. Cuando
padeces otro trastorno heredado de la sangre,
llamado talasemia, también podrías ser más
propenso a experimentar síntomas graves de
COVID-19. Cuando padeces talasemia, tu
organismo no genera suficiente
hemoglobina y esto afecta la capacidad de
los glóbulos rojos de transportar oxígeno
(19). Los signos y síntomas relacionados a
COVID-19, pueden aparecer entre dos y
catorce días después de la exposición, e
incluye: fiebre, tos y dificultad para respirar,
sin embargo, otros síntomas también se
reportan en personas infectadas por el nuevo
coronavirus (cansancio, malestar, dolor de
garganta, cefalea, diarrea, vómitos, pérdida
del sentido del olfato o del gusto,
manifestaciones oculares y dermatológicas
(20).
En Italia, de los que murieron, el 0,8% no
tenía enfermedad asociada, el 25,1% tenía
una sola enfermedad, el 25,6% tenía dos
enfermedades, el 48,5% tenía tres o más
enfermedades, la población pediátrica
desarrolla formas muy leves con riesgo muy
bajo de fallecer; hasta el 14 de abril de 2020,
solo se ha informado de un pequeño número
de muertes pediátricas en todo el mundo en
asociación con la infección por SARS-CoV-
2. (17)
Secuela o daño de múltiples órganos
La disfunción prolongada de órganos tras
padecer COVID-19 se ha estudiado en
diversos artículos. El síntoma pulmonar más
frecuente del síndrome post-COVID-19 es la
disnea, con una frecuencia del 30-72% a los
tres meses, mientras que la reducción en la
capacidad de difusión es la afectación
fisiológica más común. La frecuencia de
secuelas pulmonares al alta analizadas
mediante técnica de difusión de monóxido
de carbono en una serie de 110 pacientes fue
del 47,2%. El 50% de los 349 supervivientes
de COVID-19 de una serie china tenía un
patrón radiológico anormal con opacidad en
vidrio esmerilado en la tomografía de tórax
a los seis meses. Sin embargo, se desconoce
la prevalencia de embolia pulmonar secuelas
en estos pacientes, ya que no se realizó una
angiografía pulmonar. Se han observado
bronquiectasias y cambios fibróticos
pulmonares en el 25 y en el 65% de los
pacientes ingresados por COVID-19 leve-
moderada y grave, respectivamente, a los
tres meses del alta.
Se ha descrito dolor torácico en el 20% de
los supervivientes de COVID-19 a los 60
días del seguimiento, y palpitaciones y dolor
torácico en el 9 y el 5% de los casos,
respectivamente, a los seis meses. La
respuesta inflamatoria puede causar daño y
muerte de los cardiomiocitos en la fase
aguda, pero, en la fase crónica, la fibrosis
miocárdica y la cardiomiopatía pueden
favorecer la aparición de arritmias. La
prevalencia de alteraciones en la resonancia
cardíaca en una serie de 100 pacientes
estudiados a los 71 días del alta fue del 78%;
además, un 60% presentaba hallazgos
sugestivos de inflamación en el miocardio.
La incidencia de complicaciones
tromboembólicas y trombosis descritas en
una serie de 163 pacientes a los 30 días del
alta fue del 2,5%, e incluyen embolia
pulmonar, trombo intracardiaco e ictus
isquémico. Se han observado micro- y macro
trombosis pulmonar en el 20-30% de los
pacientes con COVID-19.
La afectación multiorgánica también se ha
evaluado en pacientes de bajo riesgo que no
requirieron hospitalización. En el estudio
COVERSCAN, la afectación de un único
órgano o de múltiples órganos se detectó en
un 70 y un 29%, respectivamente, a los