Revista Sinapsis. Vol. 1, Nro 22, junio de 2023, ISSN 1390 – 9770
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que si no se cuenta con este tipo de planificaciones se pierden oportunidades ventajosas ya que están
incluidas el cómo determinar tendencias del mercado (Campos, 2020). Un plan financiero implica
un conocimiento de la empresa a tal magnitud de saber cómo va a generar rendimientos económicos
superiores en un largo plazo, ya que abarcan planes incluso en situaciones inesperadas con escenarios
diferentes, considerando incluso altas tasas de interés que puedan llevar a una desaceleración del
crecimiento económico como un peor escenario (Allen et al., 2010).
También se puede hacer notar que se puede considerar dentro del concepto de cómo lograr hacer
gestión que sea funcional, a un sector de la gestión de las finanzas donde expresa en términos
cuantitativos utilizando para su análisis el uso de los siguientes indicadores básicos financieros:
rentabilidad, liquidez, amortización de inversiones, rendimiento de capital, rotación de activos,
relación entre el valor de mercado de la participación empresarial y el valor nominal de la acción
empresarial (Carlos Mejia, 2018). Conocer esos indicadores básicos va a facilitar el proceso de la
toma de decisiones en lo que se refiere a inversión, financiamiento, planes de acción, se pueden
identificar los puntos fuertes y débiles de una empresa (Marbelis, 2009).
Según la Real Academia Española ([RAE], 2020), fortaleza se puede definir como defensa natural
que tiene un lugar por su misma situación y debilidad es la falta de vigor (Real Academia Española,
2020). Las fortalezas y debilidades son las capacidades de las organizaciones, tanto fuertes como
débiles que pueden generar una posición competitiva vulnerable, y aún dentro de esas capacidades se
pueden identificar como factores con mayor preponderancia que otros (Ponce Talancón, 2007).
Se analizan las pymes porque son los grupos económicos que cumplen un rol significativo en la
economía de los países iberoamericanos donde representan más del 90% del tejido empresarial, y
mínimo aportan un 29% al producto interno bruto (PIB). Al ser un rubro que cobra importancia en
el sector entonces se las debe amparar con la mayor cantidad de actividades que les permita seguir
creciendo o al menos mantenerse vigentes en el mercado. Es así que en la actualidad, en todos los
países tienen datos representativos dejando en claro que no existe ningún país en el mundo de
economía liberal que no dependa de manera significativa de sus pymes (Orueta, 2017).
De acuerdo con Saavedra (2016), en algunos países Latinoamericanos (e.g., Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México, Panamá, Perú, Uruguay y
Venezuela) las mipymes representan entre el 97, 06% y el 99,95% del total de las empresas. Éstas
empresas presentan las siguientes características: a) baja intensidad de capital; b) altas tasas de
natalidad y mortalidad; c) presencia de propietarios o familiares o socios; d) contabilidad no