Revista Sinapsis. ISSN 1390 9770
Vol. 1, Nro. 23, diciembre de 2023
https://www.itsup.edu.ec/sinapsis
Habilidades blandas del profesorado de una primaria Mexicana
Soft skills on teachers in a Mexican elementary school
Carolina Janet Albornoz Castillo. Mtra.
(1)
Gladis Ivette Chan Chi. Dra.
(2)
(1)
Universidad Autónoma de Yucatán, Facultad de Educación, Yucatán México, E-mail:
caro.albornoz22@gmail.com, Código Orcid: https://orcid.org/0000-0003-3436-8973
(2)
Universidad Autónoma de Yucatán, Facultad de Educación, Yucatán México, E-mail:
ivette.chan@correo.uady.mx, Código Orcid: https://orcid.org/0000-0001-7885-8136
Contacto: ivette.chan@correo.uady.mx
Recibido: 17-07-2023 Aprobado: 10-10-2023
Resumen
El presente artículo tiene como objetivo describir las habilidades blandas que emplean los
profesores de una escuela primaria rural en Yucatán, México, en su práctica docente. El estudio
fue de corte cualitativo, basado en un diseño fenomenológico. La información fue obtenida
mediante entrevistas semiestructuradas dirigidas a siete profesionales de la educación de nivel
primaria, quienes decidieron participar libre y voluntariamente. Los resultados se obtuvieron a
través del análisis y categorización de las respuestas de los participantes. Entre los principales
resultados se encontró la existencia de interdependencia entre las habilidades blandas de
comunicación, empatía, trabajo en equipo, resolución de problemas, liderazgo y adaptabilidad
que utiliza el profesorado como parte de su labor docente y en sus interacciones con los diferentes
actores educativos. Asimismo, se encontró que requieren potenciar las habilidades blandas de
comunicación, trabajo en equipo y resolución de problemas para fortalecerse su quehacer
pedagógico al tiempo que su desarrollo profesional. Se concluye que el uso de habilidades blandas
favorece la interacción en el proceso educativo y coadyuva en la transformación del ejercicio
docente dentro y fuera del aula.
Palabras clave: habilidades blandas, docentes, educación primaria.
Abstract
The present article aims to describe the soft skills used by educators in a rural primary school in
Yucatan, Mexico, in their teaching practice. The study was qualitative and based on a
phenomenological design. The information was obtained through semi-structured interviews with
seven elementary school teachers who decided to participate freely and voluntarily. The results
were obtained through the analysis and categorization of participants' responses. One of the
principal results that was found was the existence of interdependency between soft skills mostly
used by teachers, such as communication, empathy, team group, problem solving, leadership and
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adaptability used by teachers as part of their teaching function, as well as their interaction between
different actors of educational process. Besides, It was also found that they need to enhance the
soft skills of communication, teamwork and problem solving to strengthen their pedagogical work
as well as their professional development. It is concluded that the use of soft skills contributes to
the transformation of teaching practice both inside and outside the classroom.
Keywords: soft skills, teachers, primary schools.
Introducción
En un mundo globalizado con cambios constantes en los aspectos económicos, laborales, sociales
y productivos, se hace necesario contar con profesionales capaces de adaptarse a los cambios para
lograr ser sujetos productivos y altamente calificados, razón por la cual, el ser humano requiere
de desarrollar tanto habilidades duras como blandas para desenvolverse de manera eficaz en el
entorno laboral.
En el ámbito educativo, se torna necesario garantizar la formación continua de los docentes en
ejercicio, para el fortalecimiento de habilidades blandas que coadyuven a su práctica educativa, a
partir de las cuales puedan afrontar con éxito los escenarios cambiantes y acelerados que se están
suscitando en la actualidad. Es decir, se requiere que sean capaces de ejercer el liderazgo, ser
empáticos con sus estudiantes, ser resilientes, comunicarse de manera efectiva, lograr la
autorregulación y el autoconocimiento como bases para crear entornos de sana convivencia, al
tiempo que autores como Vásquez, et al. (2021) afirman que mejoran el quehacer educativo, el
trabajo en equipo, los aprendizajes profesionales, así como las prácticas docentes en los centros
escolares.
Ante este panorama, las Instituciones de Educación Superior, deben centrar sus esfuerzos en
fortalecer las habilidades blandas como parte de la formación continua del profesorado, ya que,
según Moreno, et., al (2022) la educación debe orientarse hacia la formación integral a fin de
lograr una sinergia entre la dimensión cognitiva y práctica, acomo las competencias del ser y
la vinculación con la comunidad.
En este sentido, Huda, et al. (2021), realizó un estudio cualitativo con 15 docentes de Indonesia,
cuyo objetivo fue explorar las experiencias de los participantes del programa de formacn
profesional docente en la adquisición de habilidades blandas. Los resultados mostraron que la
implementacn del currículo oculto permita los participantes desarrollar habilidades blandas
referentes a la confianza en mismos, la colaboración, el trabajo duro, respeto por la cultura,
paciencia, pensamiento creativo y positivo, así como tolerancia, cooperación, respeto por los
demás, entre otras habilidades.
En esta misma línea, Jaramillo, et al. (2019) desarroluna investigación cuyo objetivo fue diseñar
un programa enfocado en el fortalecimiento de habilidades blandas del profesorado. Para ello,
realizó un diagnóstico que le permitió identificar que las habilidades blandas que debían ser
abordadas en la intervención eran: trabajo en equipo, resolución de problemas, gestión efectiva
del tiempo, liderazgo y comunicación efectiva, concluyendo que el desarrollo de este tipo de
programas coadyuvan al mejoramiento de la inteligencia emocional de los docentes, puesto que
son considerados actores educativos que ejercen influencia en los estudiantes y la comunidad
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educativa, además de que el desarrollo de habilidades blandas en los profesores puede llegar a
mejorar la calidad institucional.
Asimismo, Zegarra (2022) en su estudio cualitativo realizó un diagnóstico con docentes, alumnos
y directivos. Los resultados mostraron que las categorías con mayor influencia son la falta de
identificacn de las necesidades e intereses de los estudiantes en el proceso de aprendizaje, así
como poca auto reflexión del profesorado para lograr la flexibilidad en su práctica pedagógica,
dificultad para establecer una relación empática con el estudiantado, entre otros aspectos, a partir
de los cuáles fue posible proponer un programa educativo conformado de cuatro talleres teórico
prácticos referentes a habilidades blandas en los profesores para lograr un efecto positivo en su
práctica pedagógica y beneficiar con ello a sus estudiantes.
Lo expuesto hasta este momento, permite comprender que en el desarrollo integral intervienen
los conocimientos que se pueden aprender, acomo las habilidades blandas que favorezcan la
comunicación, el autocontrol y la confianza en sí mismo, por lo que se requiere de una formación
que combinen el saber hacer con el saber ser e incluso con el saber convivir juntos (Sánchez, et
al., 2018).
A razón de lo anterior, se puede mencionar que los docentes al ser responsables de la formación
de otros seres humanos habrán de formarse y/o capacitarse en el desarrollo de habilidades blandas
para apropiar comportamientos deseables como parte de sí mismos que les permitan un óptimo
desempeño durante su práctica pedagógica para poder aplicar estrategias que permitan a sus
estudiantes desarrollar dichas habilidades gradualmente.
La importancia de este estudio radica en conocer las habilidades blandas que emplean los
profesores que laboran en una escuela primaria rural en su quehacer docente. Cabe señalar que
este artículo es el resultado de una investigación de tipo cualitativa y cuyo objetivo es describir
las habilidades blandas que emplean los docentes de una escuela primaria rural en Yucatán,
México, en su práctica docente.
Materiales y métodos
Este estudio es de corte cualitativo, de alcance descriptivo, basado en un diseño fenomenológico,
el cual según Castillo (2021) se enfoca en el estudio de las experiencias vividas por las personas.
En el estudio participaron seis profesores que laboran en una institución de educacn primaria
ubicada al interior del Estado de Yucatán en el sureste de México, de los cuáles el 17% eran
mujeres y el 83% hombres, cuyas edades oscilaban entre 24 y 42 años y el rango de antigüedad
laboral en el centro escolar era de 1 año, 3 meses. También se entrevistó a un experto en formación
de profesores del sexo masculino, de 50 años de edad y con 27 años de antigüedad en el sistema.
La recolección de datos fue a partir de entrevistas semiestructuradas y el procedimiento para su
recoleccn se realizó primeramente solicitando la autorización de las autoridades educativas, una
vez que se contó con la autorización del estudio, se procedió a contactar a los docentes vía
telefónica para informarles sobre los objetivos del estudio e invitarlos a formar parte de este, de
manera que la participación fue libre y voluntaria. Se agendó una entrevista con quienes
decidieron participar en una fecha y hora determinada, el día de la entrevista firmaron un
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consentimiento informado y permitieron que la entrevista fuera grabada en audio y vídeo y
transcritas a través de un procesador de textos.
La confiabilidad y validez a la información obtenida se otorgó utilizando la triangulación de la
información como una estrategia para incrementar la fortaleza y calidad del estudio (Okuda y
mez, 2005). La triangulación se logró por medio de las respuestas emitidas en las entrevistas
por los docentes, el experto en la formación de profesores y el análisis documental referente a las
habilidades blandas.
Los datos recolectados fueron codificados a través del programa informático MAXQDA y para
ello, se analizaron las respuestas emitidas por los participantes en cada una de las preguntas a
través del análisis de los textos derivados de las entrevistas que fueron transcritas en el marco del
objeto de estudio. A partir de ello, se realizó un análisis puntual desde la perspectiva de los
informantes clave, lo que permitió identificar puntos en común en torno a las categorías más
mencionadas por los profesores participantes en el estudio y que permitieron describir las
habilidades blandas que emplean los profesores de una escuela primaria rural en Yucatán, México,
en su práctica docente, que más adelante fueron enriquecidas con contribuciones teóricas de otras
investigaciones para fundamentar su relevancia en la práctica docente.
Resultados y discusión
En este apartado se presentan los resultados obtenidos a partir del análisis de la información, lo
que permitió identificar como principal eje de análisis las habilidades blandas que emplean
prioritariamente los profesores en su práctica docente. Los resultados fueron organizados en
función de las categorías más mencionadas por los participantes en las entrevistas, mismas que se
presentan la figura 1.
Figura 1.
Familias y categorías derivadas del análisis cualitativo.
Fuente: Elaboración propia.
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A continuación, se precisan los resultados a partir del eje de análisis que fue identificado, el cual
se basa en las aportaciones textuales de los informantes clave de acuerdo con la siguiente
codificación (EID: entrevista individual a docente y se le añade el mero de folio para identificar
al participante; EIEFP: entrevista individual a experto en formación de profesores) y
complementadas con el análisis de los aspectos que deben considerarse en la formación continua
de los profesores de educación primaria que se encuentran activos en su ejercicio docente.
Habilidades blandas empleadas en la labor docente
Las habilidades blandas, son aspectos que los profesores emplean como parte de su ejercicio
profesional y su pctica docente frente a grupo, ya que la puesta en práctica de las habilidades se
traduce en significados reales que se suscitan al encontrarse en continua interacción con los
estudiantes en el aula, y trabajo con los diferentes actores educativos.
Habilidad blanda comunicación
La principal habilidad blanda que emplean los profesores de primaria en su práctica docente es la
comunicación, ya que los participantes reconocen su relevancia en el ejercicio profesional para el
desenvolvimiento con los actores educativos de la comunidad escolar, desde los estudiantes, el
colectivo docente, el personal administrativo hasta los padres de familia. Esta habilidad sirve a
los docentes para establecer los acuerdos que se toman como colectivo, así como para informar a
los padres de familia, de modo que se les pueda brindar apoyo, y guiar el proceso educativo en
conjunto para que se realice de forma pertinente. Lo que se refleja en el siguiente comentario:
“Todos estemos en sintonía y que tomemos los acuerdos para poder alcanzar las metas
ya que si no existe la comunicación no se llevan a cabo los acuerdos, las reglas, las
acciones que permitan alcanzar los aprendizajes esperados de los alumnos” (EID-3).
Esta habilidad funge como el vínculo primordial en el centro escolar para la atención y
mejora del trabajo académico. Lo que puede leerse en el siguiente comentario:
“Relacionarme con mis compañeros fue muy importante para como para mis alumnos,
porque al ser quinto grado, la maestra de cuarto debía brindarme información sobre
ellos, entonces tener esa relación social con los compañeros para que pueda
comunicarme con ellos acerca de los niños” (EID-1).
Los resultados presentados, guardan coincidencia con el estudio realizado por Cordero,
et al. (2020), quien encontró que la comunicación es una habilidad blanda insustituible para que
un ser humano logre comunicar sus ideas a los demás miembros del equipo, sin la necesidad de
realizar aclaraciones, de manera que su adecuado uso hace que el trabajo sea más eficiente.
Aunado a lo anterior, también se encontró que el colectivo docente considera que el uso pertinente
de la habilidad blanda de comunicación fomenta el compañerismo, desde lo interpersonal hacia
lo personal y profesional, siendo los vínculos afectivos aspectos importante en el proceso
comunicativo, lo que se puede verse reflejado en el siguiente comentario:
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“Es esencial, si no hay comunicación no hay compañerismo. He escuchado maestros que
dicen, “yo no vine a hacer amigos, yo vine a trabajar” desde que escuchas eso hay una
cortina que se baja, y empiezan a irse cada quien por su lado… Estamos dejando de
aprovechar una de las mejores formas de conocernos” (EID-4).
A partir del comentario anterior, se pudo identificar que la comunicación es una herramienta
esencial en el trabajo docente y en las interacciones dentro y fuera del aula, a lo que Domínguez
(2013) y Muñiz (2016) afirman que es precisamente la comunicación la que hace posible que las
personas estén dispuestas a compartir su individualidad y logren tener conciencia de la
individualidad del otro.
A su vez, en el contexto de las clases a distancia, la pandemia llevó a que los padres se convirtieran
en el puente de comunicación para el desarrollo de las actividades escolares, lo que intensificó la
dinámica comunicativa para conocer a fondo la situación académica de los estudiantes,
rehaciéndose evidente en la siguiente expresn:
“Con lo de la pandemia es que no podemos ver al niño, pero el papá es el que está
siempre en esa comunicación. Si no hay como este canal para el aprendizaje del niño, ya
que, si el papá no me dice, “No entendí esto, maestra”, no se lo va a poder explicar al
niño o solo lo va a hacer así, nada más, ya que nunca me preguntaba eso: “maestro no
comprendí lo que me mandó para que hagan”, entonces el aprendizaje se perdió, por así
decirlo, como que esta comunicación es muy importante” (EID 1).
A partir de lo anterior, se pudo identificar la importancia del proceso de comunicación
entre el profesorado y los padres de familia para garantizar el aprendizaje de los estudiantes, es
por ello que, autores como Del Barrio, et., al. (2009) señalan que una de las características
importantes del buen profesor es poseer una capacidad comunicativa para establecer una
comunicación pertinente con el estudiantado que mejore la calidad de la educación. Sin embargo,
cuando esto no sucede el proceso de enseñanza y de aprendizaje puede verse obstaculizado, razón
por la cual, el experto en formación docente refirió el siguiente comentario:
De hecho, ahora preparándonos para asignar grupos, hay que hacer un cabildeo con
los maestros cómo le fue, qué posibilidades tienen, qué pasa con su grupo y una de las
preguntas que me hacían es quién sería mi par académico ósea: ¿con quién trabajaría?,
porque algunos reportaron que hubo muy buena comunicación con su compañero y otros
de repente que no lograron ponerse de acuerdo, entonces ahí vemos que todavía surgen
algunas cuestiones de comunicación y de disposición hacia el trabajo por parte del
profesorado” (EEFP).
Este comentario, permite vislumbrar que la habilidad blanda de comunicación es esencial
en el proceso de enseñanza y de aprendizaje y las instituciones educativas deben asumir el reto
de desarrollar estrategias para fortalecerla, puesto que según Vaillant y Manso (2022) el rol
docente tiene una importancia estratégica en doble sentido que incluye el vínculo con la creación
y la distribución apropiada de los saberes, así como el desarrollo de competencias que conduzcan
a la formación continua.
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En este sentido, la habilidad blanda de comunicación, representa un área de oportunidad que debe
ser atendida, ya que el profesor que emplea la comunicación de forma pertinente, González (2019)
afirma que genera un impacto significativo al mismo tiempo que positivo tanto en la formación
de los profesionistas como en el aula de clases, en donde la comunicación es experimentada como
una acción transformadora de las realidades subjetivas en realidades objetivas, lo que hace posible
la construcción activa de los saberes al tiempo que según Guzmán (2018) asegura que todo
docente debe poseer la capacidad de ponerse en el lugar de la persona que aprende de forma
diferente y quien necesita ser comprendido a fin de apoyarlo en su desarrollo integral. Esto
permite darse cuenta de que la comunicación también requiere de procesos empáticos.
Habilidad blanda empatía
Otra de las habilidades blandas que los docentes consideran importante y que a su vez emplean
como parte de su labor docente es la empatía, pues refieren que es la capacidad del ser humano
de comprender e incluso de ponerse en el lugar de la otra persona y en un momento dado ofrecer
su ayuda, además le otorgan un valor especial, ya que permite establecer vínculos de confianza
entre los padres de familia y pares de su colectivo docente. Otra de las implicaciones educativas
que se fortalece es poder adaptar el proceso de enseñanza-aprendizaje y con ello dar
reconocimiento individual a las necesidades de los educandos. De modo que esto se exprepor
los docentes de la siguiente manera:
“…Entender que no todos aprenden de la misma manera, que no todos tienen la misma
capacidad económica, la misma capacidad intelectual, el mismo ritmo de aprendizaje de
lectura, escritura de los números, y ahí nos lleva a la empatía” (EID- 4).
A partir del comentario anterior, se puede notar que el profesorado reconoce que la
empatía es una habilidad esencial para desempeñar la función docente y la cual le permitirá
generar respuestas empáticas a través de la comprensión del otro, reconociendo las afirmaciones
de Muñoz y Chaves (2015) sobre la utilidad de la empatía en los procesos de adaptación, además
de que favorece la congruencia entre las acciones sociales con el estado emocional, las acciones
e intenciones de las otras personas.
En este sentido, el experto en formación de profesores considera que para poner en práctica la
empatía, también debe existir comunicación, así como un interés genuino por escuchar,
comprender y ponerse en la situación del otro, lo que permite a los docentes crear espacios
emocionales seguros donde se fomenta la cohesión social y participación por parte del alumnado
y padres de familia. Aunado a ello, en tiempos de pandemia, se hizo necesario que el profesorado
se involucrará en cursos con contenido emocional para poder trabajar colaborativamente con
todos los actores educativos implicados en el proceso, de manera que en los Consejos Técnicos
Escolares también se priorizó este aspecto. Lo que se ve reflejado en el siguiente comentario:
“En tiempos de pandemia, el manejo de emociones fue muy importante, por la variedad
o la cantidad de contenidos a trabajar y en los consejos técnicos escolares se privilegió
el manejo de emociones, el hecho de poder comprender al otro y brindarle apoyo tanto
para los maestros como para los estudiantes e incluso para las familias, ya que quien
está preparado, pero no está regulado es difícil que pueda apoyar” (EIEFP).
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Estos resultados, permitieron identificar dos componentes de la empatía: el componente
afectivo y el componente cognitivo, lo que se relaciona con el estudio realizado por Gantiva, et
al., (2022) quienes afirman que la empatía se encuentra dividida en dos componentes, es decir, la
empatía afectiva y la empatía cognitiva, siendo la primera aquel proceso mediante el cual la
percepción de una emoción en otro ser humano genera una reacción emocional en quien la percibe
y logran entrar en sintonía, mientras que el segundo componente de la empatía es la habilidad que
se tiene para deducir la emoción que se presenta a la otra persona de una forma precisa.
Habilidad blanda trabajo en equipo
La habilidad blanda de trabajo en equipo, es otra de las habilidades que el profesorado de
educación primaria señala que emplean en el ejercicio de sus funciones, sin embargo, aun cuando
reconocen que esta habilidad es de utilidad en el desempeño de la labor docente en el nivel
primaria y que se manifiesta en distintas interacciones dentro de la comunidad escolar, consideran
que es una habilidad que emplean pocas veces para trabajar con sus pares y en los consejos
técnicos escolares que tienen lugar una vez al mes. Esto se ve reflejado en el siguiente comentario:
“Existió colaboración con los maestros de: “5º A” con la de “5º B”, como trabajo en
bina, también grupal, tanto entre nosotros en pequeños grupos entre nosotros los
maestros como para tener ideas innovadoras con los niños, así como en el Consejo
Técnico, al buscar alternativas en el entorno escolar para ayudarlos” (EID-1).
A partir del comentario anterior, se pudo identificar que los profesores trabajan en equipo
como parte de las actividades del consejo cnico, siendo este un espacio que les permite
interactuar, reconocer sus fortalezas y aportar ideas innovadoras para apoyar la formación de los
estudiantes. En esta misma línea, el experto en formacn docente refirió que el trabajo en equipo
se refleja mayormente en actividades académicas o extraacadémicas a favor de estrategias hacia
una meta en común tal como sucede en los consejos técnicos escolares o al realizar eventos como
ferias, concursos y/o proyectos vinculados a los aprendizajes esperados. Lo que puede leerse en
el siguiente comentario:
“Sentir la necesidad de decir: si necesito trabajar con mi compañero, porque él tiene
unas habilidades que yo puedo aprender; yo puedo aportar algo al trabajo ya sea por
grado. Que el maestro pueda sentir esa necesidad de trabajar colaborativamente y esto
puede realizarse al interior de los Consejos Técnicos Escolares (EIEFP).
Estos resultados concuerdan con los que González, et., al (2017) encontraron en su
estudio con profesores de primaria y preescolar al trabajar las comunidades de práctica en los
consejos técnicos escolares, puesto que se log trabajar en equipo de manera colaborativa
respetando los distintos puntos de vista de los docentes involucrados y se reflexionó sobre lo que
se estaba diciendo, así como también se reconocieron los aciertos, áreas de oportunidad y que los
consejos técnicos constituyen espacios de colaboración que permiten a los profesores interactuar
y trabajar en equipos colaborativos para evaluar su práctica docente.
Sin duda alguna, la tarea educativa en el nivel básico, específicamente en educación primaria se
ve favorecida a través de la corresponsabilidad de los padres de familia y/o tutores, por lo que su
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involucramiento es fundamental para garantizar la formación de los educandos. En este sentido,
se resalta la necesidad de que el docente forme equipo de trabajo con los padres de familia para
que el trabajo que se realiza en el aula pueda tener continuidad en la casa con el apoyo de los
padres de familia. Lo que se puede ver expresado en el siguiente comentario:
“Esas cuestiones que necesitábamos trabajar con los alumnos, primero tenemos que
trabajar con el padre de familia para que el padre de familia sepa lo que va a enseñar el
maestro en el aula” (EID 4).
El comentario anterior, permite reconocer el valioso papel de los padres de familia en torno a la
educación de sus hijos. Lo que se enfatiza en lo expresado por Riera, et al. (2022) quien destaca
que debe existir una mayor colaboración de los padres de familia, siendo así que el centro escolar
debe garantizar una mayor apertura para involucrar y hacer partícipes a dichos actores, dándoles
a conocer la tarea pedagógica que se desempeña en el aula.
En este sentido, se logró identificar que la puesta en práctica de la habilidad blanda de trabajo en
equipo, constituye un área de oportunidad y se torna indispensable fomentar el trabajo
colaborativo mediante redes de aprendizaje donde se compartan estrategias para seguir
fortaleciendo la pctica educativa en torno al quehacer pedagógico para lograr un doble
beneficio, es decir, la formación de los estudiantes y el desarrollo profesional que involucre a los
otros docentes de apoyo en una estrategia en común y alineada dentro de su plan escolar de mejora
continua, de ese modo, se podrá implicar a los padres de familia para generar espacios
colaborativos que permitan encaminar el proceso de enseñanza-aprendizaje hacia una misma
meta.
El trabajo en equipo implica además el uso de las habilidades blandas de comunicación, empatía,
liderazgo, así también constituye una oportunidad para generar ideas y contar con el apoyo de los
integrantes para la atención de actividades académicas e incluso ante situaciones problemáticas
que pudieran llegar a presentarse, para lo cual, la habilidad blanda de resolución de problemas
debe ser desarrollada o bien fortalecida y puesta al servicio de la función docente.
Habilidad blanda resolución de problemas
La habilidad blanda de resolución de problemas es la capacidad con la que cuenta el ser humano
para solventar alguna dificultad que se le presente en las diferentes esferas de su vida, por lo que
autores como (Sternberg, 1986 y Rojas de Escalona, 2010 citados por De la Ossa, 2022) afirman
que esta habilidad puede ser entendida como aquella destreza que favorece la comprensión y
solución de las tareas, además de que implica el hecho de saber interpretar para sentir y percibir
la situación que acontece y que ha sido identificada como un problema, misma que tiene que
analizarse a partir del procedimiento pertinente para la evaluación de alternativas y con base en
ellas, seleccionar las soluciones que se consideren viables.
Con base en lo anterior, se encontró que en torno a las situaciones que enfrentan los docentes y
que perciben como problemas se relaciona con la conducta del alumnado, el conflicto con los
padres de familia e incluso en la atención a estudiantes con necesidades educativas especiales,
como puede leerse en el siguiente comentario:
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“Pasó en la escuela fue un conflicto entre 2 alumnos que llegaron a los golpes, llamé a
sus familiares, a su mamá y la mamá que siempre, pues protege al niño de: a mi hijo no
lo toque y él no hace esto, y si le hacen el otro es culpable… Fue acomo que muy, muy,
muy complejo, porque se involucraron 2 familias” (EID 4).
El comentario anterior muestra que los conflictos representan una oportunidad de mejora, por lo
que es fundamental involucrar a las partes que se encuentran implicadas directamente en la
búsqueda de alternativas para su solución (Pérez, et., al 2011). Es por ello, que los docentes
destacan que la ayuda, colaboración y acompañamiento de otros profesionales y autoridades, cuya
experiencia puede brindarles un panorama de lo que pueden realizar, por lo que, una vez
solucionado el problema, esto lo traducen como un aprendizaje que brinda seguridad para orientar
sus intervenciones frente al grupo. Esto se refleja en el siguiente comentario:
“La directora me dijo: no solamente que haya una sanción, sino que haya algo
significativo. Entonces quedamos en el acuerdo con la mamá, de que elijan realizar
actividades extra relacionadas con la conducta, relacionamos nuestras asignaturas,
igual se comentó en el Consejo Técnico” (EID 1).
Aunado a lo anterior, el experto en formación docente señala que, para resolver una
situación problemática, se requiere de trabajar en equipo con las autoridades y la comunidad
escolar analizar la situación, definir una estrategia y trabajar en función de ella. Además, debe
reconocerse también la existencia de una clase de conflicto cognitivo que cuando se presenta debe
enfrentarse y resolverse, siendo que durante la pandemia esto se hizo presente y se requirió del
uso de las habilidades blandas para superarlo, lo que puede leerse en el siguiente comentario:
Es necesario aprender lo que dice Laura Frade en un conflicto cognitivo, un problema y
que digas entonces tengo qué pensar en resolver, dice Piaget: sácalo de su zona de
confort”, pero el habla de un equilibrio, entonces cuando le rompes el equilibrio qué es
lo que buscamos volver a agarrar ese equilibrio entonces vuelves a romper y vuelves a
romper para que vayas avanzando sólo así aprendes (EIEFP).
Estos resultados se relacionan con el estudio realizado por Chiriboga (2017) quien asegura que el
conflicto cognitivo constituye el camino que permite reconocer que los conceptos presentes en
los esquemas mentales no son los únicos que existen y que son los profesores quienes deben
generar experiencias significativas vinculadas al entorno para garantizar el aprendizaje.
Habilidad blanda liderazgo
El reconocimiento del rol profesional, el sentido de responsabilidad, compromiso con su labor
para direccionar y encauzar con actitud positiva las actividades con sus demás colegas para
beneficio de los estudiantes, hace presente una de las principales manifestaciones del liderazgo
docente, habilidad que los empodera y les otorga mayor seguridad cuando al hacer frente además
a las problemáticas o experiencias formativas durante el ejercicio profesional. Esta habilidad se
potencia cuando se encuentran en distintos contextos y modalidades como el sistema multigrado,
seguidamente de una escuela regular completa con un grupo por grado y, posteriormente en una
en donde existan dos grupos para el mismo grado.
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Lo anterior, se traduce en el empoderamiento y la autonomía del docente para solucionar
problemáticas individualmente o mediante el trabajo en equipo, ya que al tratarse de escuelas
multigrado se refleja un mayor vínculo escuela-comunidad, mientras que en las escuelas regulares
usualmente el director del plantel es quien orienta a la toma de decisiones dejando cierta
autonomía a la labor del docente, como puede leerse a continuación:
“El liderazgo lo ejerzo en mi salón porque puedo ser autónoma. Hicimos una feria de
lectura y también una feria de la alfabetización donde las mamás iban por ejemplo en la
tarde 2 veces a la semana y enseñamos a las mamás a leer, como de las 6 mamás que
iban, 3 aprendieron a leer” (EID 6).
Estos resultados concuerdan con las declaraciones de Martínez e Ibarrola (2015) quienes
consideran que el docente es un líder tanto en al aula como fuera de ella, puesto que es quien crea
una cultura para promover el aprendizaje. En concordancia, el experto en formación de profesores
refiere que el liderazgo es parte del ejercicio profesional del docente, siendo preciso que ellos
reconozcan su liderazgo en el ejercicio autónomo de su tarea educativa al crear una cultura en el
aula, generar ambientes de aprendizaje seguros, adaptar el proceso educativo a las necesidades e
intereses del alumnado y reconocer el sentido de responsabilidad frente a grupo. Lo que se
relaciona con el siguiente comentario:
Los docentes son líderes comunican algunas ideasdurante la pandemia ante la
variedad o la cantidad de contenidos a trabajar obviamente se vio en la necesidad de
priorizar entonces estábamos trabajando y me dice un maestro: -puedo poner un
“Quizziz”-. -Hasta todo si quieres nada más explícame qué es exactamente, prepáralo
sobre esta temática que vamos a trabajar en el consejo técnico. Entonces lo preparó y
yo comencé a buscar qué es Quizziz, cómo se hace, etc. Entonces presentó el Quizziz y
dijeron los maestros “Nunca habíamos visto eso”, -ok, ¿lo quieren aplicar-, lo
queremos aplicar, mañana nos vemos a tal hora y trabajamos sobre el Quizziz y ahí
estaban todos los maestros” (EIEFP).
A partir de lo anterior, se puede afirmar que el hecho de fomentar el trabajo de líderes educativos
mediante la sistematización de la práctica, les permitirá compartir sus conocimientos pedagógicos
en colegiado, así como también el reconocimiento de sus potencialidades para aportar dentro de
su colectivo y trascender en su comunidad educativa tal como se planteó en Cortez (2020) y las
Propuestas Educación Mesa Social Covid-19 (2020) donde los docentes reconocen la necesidad
de cambiar ante el desafío del mejoramiento de la comunidad escolar. Por lo tanto, Reyes (2020)
señala que las habilidades blandas son aquellas que le brindan al líder herramientas para el
desarrollo de su trabajo y logro de los objetivos previamente establecidos.
Habilidad blanda adaptabilidad
La habilidad de adaptabilidad es otra de las habilidades blandas que los profesores emplean en su
práctica docente, puesto que consideran que los aprendizajes derivados de las experiencias que
han vivido en la impartición de un grado escolar diferente que habían trabajado en años anteriores
implica un reto que deben afrontar y adaptarse a las situaciones que la vida laboral les presenta,
tal como se muestra a continuación:
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“Lo único seguro en la vida es el cambio y si no te adaptas al cambio fracasas te quedas
estancado y salir de la zona es muy difícil. Entonces yo siempre tengo esa perspectiva de
los cambios” (EID 4).
Por su parte, el experto en formación de profesores señala que los docentes enfrentar el reto de
tener a su cargo estudiantes con necesidades educativas diversas o alguna situación problemática
que genera manifestaciones de nerviosismo, presión, frustración y miedo. Todo lo anterior implica
un reto que al superarse genera en los docentes el desarrollo de actitudes positivas, destacando
que han sido eventos significativos y de mucha satisfaccn de manera que les puede ayudar a
enfrentar eventos similares con mayor confianza a futuro y que, por lo tanto, tienen que adaptarse
a las situaciones que el trabajo en el aula y los distintos escenarios conllevan para afrontarlos
como parte de la práctica educativa, como se lee a continuación:
“Cuando se aborda una nueva situación donde existe la resistencia al cambio, el generar
una comunidad de aprendizaje en colectivo donde se evitan juicios de valor y se da la
oportunidad de un crecimiento a la par, genera el aprendizaje compartido que puede
tener área de oportunidad en espacios destinados para compartir nuevas estrategias o
soluciones en la práctica docente” (EIEFP).
Ante esto, se hace necesario fomentar experiencias colaborativas en los procesos para la
formación inicial así como durante el servicio, para la generación de la confianza en sí mismo lo
que reducirá la resistencia al cambio, de tal modo que se consolide una fortaleza emocional en la
figura docente que le brinde optimismo en su ejercicio profesional, lo que concuerda con el
estudio de Torres (2020) quien afirma que es vital que en estos espacios donde las personas
interactúan, se reconozcan a sí mismas, sus emociones y lo que ocurre en el exterior dando lugar
a una mejor adaptación en los ambientes en los que se desenvuelven.
A modo de cierre de este apartado, se torna importante resaltar que las habilidades blandas se
encuentran interrelacionadas, son útiles en los diferentes ámbitos de la vida del profesorado e
impactan en su ejercicio profesional, de manera que se hacen presentes en el aula, en las
interacciones con los diferentes actores educativos y por lo tanto, debe fortalecerse a partir de los
procesos de formación continua dirigido al profesorado y son las autoridades educativas quienes
deben atender este aspecto vinculado a la formación a fin de que las habilidades blandas puedan
ser potenciadas y empleadas en el aula para garantizar el éxito de la función docente.
Conclusiones
El presente estudio tuvo como objetivo describir las habilidades blandas que emplean los
profesores de una escuela primaria rural en Yucatán, México, en su práctica docente, desde su
perspectiva y la de un experto en formación docente, por lo que a manera de conclusión se puede
afirmar que las principales habilidades blandas que los profesores utilizan durante su práctica
docente son la comunicación, el trabajo en equipo, la empatía, la resolución de problemas, el
liderazgo y la adaptabilidad las cuáles se interrelacionan entre y favorecen los procesos de
interacción tanto dentro como fuera del aula, sin embargo, también se encontró que el profesorado
necesita potenciar las habilidades blandas de comunicacn, trabajo en equipo y resolución de
problemas.
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En este punto, resulta interesante señalar que los profesionales de la educación que participaron
en este estudio emplean las habilidades blandas en el proceso de enseñanza y de aprendizaje, así
como también para resolver problemas con los diferentes actores educativos, y enfrentar
conflictos cognitivos, es por ello que el diálogo profesional es fundamental para la toma de
decisiones que requiere del establecimiento de una estrategia definida que involucre a la
comunidad escolar en la toma de acuerdos constructivos y que en caso de presentarse alguna
situación problemática puedan generar ideas novedosas para proponer soluciones reales.
Para concluir, puede señalarse que las habilidades blandas, además de ser útiles en la función
docente, también lo son en las diferentes esferas de la vida del profesorado ya que les permiten
construir vínculos afectivos que favorecen la comunicación asertiva y la convivencia en
ambientes saludables, proactivos y colaborativos, de manera que los resultados de este estudio
permiten comprender que la escuela esta llamada a educar desde la unicidad de cada persona y
asumir el reto de implementar estrategias que coadyuven en potencializar las habilidades blandas
para ponerlas al servicio de los demás.
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